Cuando
bajamos del
vehículo espacial yo estaba muy nerviosa, pues había mucha
expectación. Al pisar el suelo, noté que era blando y muy caliente.
Mientras andaba, iba rebotando. Miré a mis compañeros. Estaban tan
extrañados como yo. Tuve
miedo, pero me giré y allí estaba el capitán, con su mirada segura
y serena que
me tranquilizó.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada